Soneto de tormenta

Aguantará la casa? El techo, la pared, las ventanas? Los estantes aguantarán? O se podrá romper un vidrio y la casa se mantendrá de pie?
Aguantarán las demás? Las casas del barrio, aguantarán? Se sostendrán con piso barro madera brea o alquitrán? O cederán con creces sintiéndose poco con un cierto sentido de extrañeza?
Con la llovizna aguantarán? Y con la lluvia, el viento, la tormenta?
Se sentirán caer?
Intentarán sobrevivir hasta el último minuto?
O se rendirán pronto y se dejarán torcer?
Encontrarán el sentido? Pensarán en las vidas allí vividas antes de caer? En las historias contadas?
Recordarán el día en que se construyeron y la forma en que pusieron cada uno de sus ladrillos?
Y el techo de chapa después de la tormenta, aguantará? Y si no, quién lo levantará?
Quién cubrirá a esa familia y quién abrigará a los niños?
Cómo se sentirán al ver la casa romperse? Gritarán, enmudecerán, llorarán? Tapará la lluvia esas lágrimas? O se verán desde lejos y se escucharán los sollozos entre esas caras enrojecidas?
Serán una, dos, tres personas? Serán 12?
Alguien vendrá a buscarlas? Traerán un colchón, frazada, campera, paraguas?
Le convidarán un poco de pan o alguna galleta reseca? O acaso les dolerá el estómago mientras se mojan?
Esperarán que alguien venga a rescatarlos o sólo aguantarán a que pase la tormenta?
Dormirán esa noche? Y la que sigue, y la siguiente?

Y qué hay de quienes descubren la noticia? Podrán ver lo que significa esa casa? O seguirán pensando en sus altibajos emocionales y sus domingos sin flores y en el helado de chocolate? Habrá helado de chocolate en esas casas? Habrá domingos?

Qué pensarán quienes no se enteran? Verán una película y se dormirán escuchando el sonido del agua? Imaginarán otras casas? Percibirán otras vidas? Sentirán el olor a tierra mojada desde el balcón o deberán de abrir la persiana?
Querrán enterarse?
Y aguantarán? Aguantarán enterarse?
O les pesará de manera tal que no podrán permanecer parados en medio de la cruzada sin remar hacia la orilla?
Sabrán nadar o se hundirán?
Tendrán remos?
Habrá orilla?

El vacío de la paternidad

Mis padres compraron un perrito. Nunca me lo consultaron; no porque haya querido dar mi aprobación, pero sí esperaba al menos que me pregunten qué carajos pensaba.
No es mi intención ser dramática, pero de verdad fueron muy insensibles. No pensaron ni por un momento que tal vez, y sólo tal vez era aun muy pronto para decidir traer a alguien nuevo a la familia. Recién el 8 de agosto se va a cumplir 1 mes de la muerte de Lola, el día en que decidimos (en familia) que eso era lo mejor dado al estado de sufrimiento en el que se encontraba.
Lloramos, estuvimos con ella hasta que se durmió y después seguimos llorando. Algunas veces acompañados, otras veces en soledad.
Ésto de ahora, sin embargo, no lo decidimos entre todos. A mí nunca me dijeron nada. Simplemente no puedo imaginarme cómo no pudieron haber pensado que me dolería.
Adoptaron a un ser sin mi consentimiento, ¡es que ni siquiera me lo hicieron saber! Llegó un perrito y yo tenía que entender que ese era nuestro perrito, como si fuese tan fácil; de verdad, como si lo fuese.
Yo mientras tanto me apego a la idea de que lo hicieron de simple ignorancia y no de apatía, así me inclino a querer pensar. Tonta, ingenua; sí, sé que sigo siéndolo.
Y si quiero llorar voy a llorar hoy y mañana y cuando me pinte, no me podés decir nada por llorar. Porque así siento yo, ¿acaso es ilegal mi sufrimiento? ¿Acaso es menos válido mi duelo que otro?
No es como si no pudiese querer a este perro, yo gracias al cielo puedo querer a quien sea, eventualmente de seguro lo haré. Pero no de la forma forzada en la que ustedes pretenden, de esa manera egoísta, dejándose llevar por su deseo de mierda que sólo les satisface a ustedes, buscando llenar un vacío que no se puede llenar. No se puede imponer el amor, no me podés venir a traer un perrito y esperar que lo quiera, ¿acaso se olvidaron lo que es querer? ¿Hubiesen llorado con la muerte de cualquier perro? ¿De cualquier vaca, cerdo, gallina?
No me molesta el perro, me molesta que haya llegado sin previo aviso, me duele la forma en la que encanutaron al can en medio de la noche, pagaron por él como si estuviesen traficando un esclavo, apartándolo de su madre como si fuese algo bonito y pintoresco. Creyendo firmemente que lo que hacían estaba bien y no cuestionandose ni por un momento ni lo uno ni lo otro.
Habiendo tantos perros en la calle, ustedes que dicen sentir amor por el animal sin embargo buscaban esa raza y no otra, qué pueden decir a favor de su actuar que no sea en torno a la hegemonía y a la mezquindad.
Y más allá de eso, a mí no me cuidaron,¿Cómo es posible que no me hayan consultado una cosa tan importante? Eso da la pauta realmente de cómo no les interesa en lo más mínimo lo que yo piense, o sienta, o duela, o sangre
Si les dijera esto en persona me dirían que exagero; de hecho, no hubiese podido terminar ni la primera frase, pues aquí en vez de escucharme me cortan a la mitad y me responden a la defensiva con llamaradas en los ojos, como lobos aullando en la oscuridad, porque así viven, en la burbuja que sólo ellos pueden reventar.
Es decir que fallaron en lo general y en lo específico; no pudieron ser buena gente ni tampoco, por lo menos, ser buena gente conmigo. Siento que vivo en una constante contradicción con ustedes porque lo intento, lo intento mucho y cuando creo sentir apego de repente me descartan cual si fuese harina de otro costal. Y escuchen, que está bien eh, que no pasa nada, que yo entiendo. Pero la próxima, entiendanme ustedes a mí.